Muchos a lo largo de la vida nos preguntamos: “¿soy feliz?” y “¿qué es la felicidad?”. Para empezar, propongo mi definición de felicidad… ‘es ese estado de bienestar y paz con nosotros mismos, con los demás y con el mundo que hace que nuestra vida tenga sentido; es la sensación de que la vida es valiosa y vale la pena vivirla’. En un artículo anterior ya hice un comentario sobre ello (Día Internacional de la Felicidad… ¿qué es la felicidad?).
Es cierto que esta definición es una más entre otras muchas posibles, quizás tantas como personas… en realidad, no nos importa demasiado cómo definamos la felicidad… lo que realmente nos importa es ¿qué podemos hacer para conseguir esa fantástica sensación de paz interior, de valor y control sobre nuestra vida, qué podemos hacer para darle un sentido y significado auténtico?.
Para lograrlo, en otro lugar (¿Tienes las habilidades para la felicidad?), ya sugería que la clave está en potenciar dos áreas de nuestras capacidades:
- Por un lado, llenar la propia vida de emociones positivas, es decir, hacer lo necesario para sentirnos bien a menudo.
- Y al mismo tiempo, aceptar y manejar de forma positiva, constructiva, los problemas o contrariedades de la vida, y afrontar el malestar que nos ocasionan, es decir, las emociones negativas. O lo que en la práctica sería aprender a sufrir lo menos posible.
Esto significa que para ser feliz es fundamental aceptar la dualidad de la vida, el yin y el yang, lo positivo y lo negativo, las alegrías y los problemas… y manejarlo en beneficio del bienestar y crecimiento personal.
Por tanto, podemos decir que seremos más felices si conseguimos sentirnos bien más a menudo y si logramos sufrir menos ante las dificultades. Puro sentido común ¿verdad?… pues, además, hay cientos de investigaciones que lo demuestran, y lo más importante, se ha probado cuál es la forma más adecuada de conseguirlo… pues en el CÓMO encontramos el mayor obstáculo que nos impide ser más felices.
Es recomendable que empecemos por hacer un esfuerzo consciente, constante, para reconocer y potenciar las buenas sensaciones, sentimientos o pasiones, desarrollar nuestra capacidad de disfrute, nuestras fortalezas. Debemos tener la voluntad y el firme propósito de disfrutar y potenciar ‘ese’ lado positivo de la vida y de nosotros mismos. O lo que es lo mismo, llenar nuestra vida de sentimientos y experiencias positivas. Solo de este modo damos sentido a la vida, se enriquece, se torna plena y valiosa.
Pero, las dificultades, los problemas, las contrariedades, los conflictos, las frustraciones… son inherentes a la vida. Difícilmente podrá ser plenamente feliz -como mucho podrá disfrutar de un bienestar pasajero- quien no sea capaz de abordar y reconocer los problemas junto con los sentimientos negativos que los acompañan, desarrollar su capacidad para aprender de ellos, para controlarse, para tomar decisiones… Solo cuando aceptamos las contrariedades con positividad, constructivamente, y les hacemos frente de forma madura y equilibrada… es posible lograr paz interior.
Podríamos decir que manejar el enfado, la tristeza, la preocupación, el miedo… nos ayuda a sobrevivir. Mientras que desarrollar la alegría, la esperanza, la seguridad en uno mismo, la generosidad, el amor, el optimismo… nos permite convertir una vida neutra, rutinaria, pintada en grises, en una vida plena, intensa, excepcional y apasionante, pintada en infinidad de colores.
Probablemente en este punto usted esté pensando lo que tantas veces he oído en mi vida profesional: “¿Cómo se hace esto?” “¡Es más fácil decirlo que hacerlo…!” Sí, no es fácil, como todo lo realmente importante en la vida, requiere esfuerzo y dedicación. Sin embargo, los psicólogos sabemos que los seres humanos somos capaces de superar situaciones dolorosas y enfermedades emocionales devastadoras, ¡cómo no vamos a superarnos para vivir una vida más satisfactoria!. A esto añadiría… ¿no es más complicado tener indefinidamente una vida triste, vacía, plana, rutinaria, carente de sentido, sin motivación, sin energía o ilusiones, o peor aún, llena de sufrimiento inútil?.
Desde luego todos podemos hacer muchas cosas para sentirnos bien y para sufrir menos… pero la Psicología Positiva, las aplicaciones sobre Inteligencia Emocional y los nuevos enfoques del Coaching, nos aportan infinidad de técnicas y formas de hacer que nos lo ponen mucho más fácil, aportan eficacia y rapidez a los procesos de cambio personal.
Es mi propósito aportar información útil y recursos personales para facilitar su objetivo de vivir una vida más feliz. ¿Cómo?
- Con una serie de artículos en este blog.
- Con talleres.
- Con grupos de apoyo.
- Con conferencias y otras actividades de difusión.
Acciones todas ellas que publicaré en MIS ACTIVIDADES.
Y, por supuesto, siempre estoy a su disposición para trabajar codo con codo con usted personalmente. (condiciones) (CONTACTO)
En cualquier caso… ¡Me haría muy feliz contribuir a su bienestar! 😉
Concha Verdú.
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